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miércoles, 20 de noviembre de 2013

CONSEJOS PARA ALIMENTAR BIEN AL CEREBRO Y AUMENTAR LA MEMORIA


¿Por qué y cómo alimentar al cerebro?

Existen evidencias científicas que demuestran que:

Una dieta equilibrada potencia el coeficiente intelectual en niños y reduce la probabilidad de desarrollar pérdida de memoria, demencia, Alzheimer y/o depresión en la edad adulta.


Una dieta pobre en ácidos grasos esenciales, asociada con elevados contenido de azúcares simples y alimentos procesados en la infancia temprana, puede asociarse con pequeñas reducciones en el coeficiente intelectual en la infancia tardía.


Hay asociación entre dietas altas en grasas saturadas, colesterol y azúcares simples y el desarrollo de demencia.


Pautas dietéticas para alimentar bien al cerebro y gozar de buena memoria:

- Bebe abundante líquido a lo largo del día, en forma de: agua, infusiones, caldos de verduras, gelatinas sin azúcar…


- No abuses de las bebidas excitantes como el café o las colas.


- Todos los alimentos a excepción de la carne, pescado y huevos contienen azúcar de forma natural, si deseas realzar más su sabor dulce, usa: miel, melazas de arroz de caña, azúcar moreno, estevia o sirope de agave, concentrado de manzana.


- Usa aceite de oliva virgen de primera presión en frío.


- Preferentemente, elimina: azúcar blanco, repostería, bollería, cereales refinados, pan blanco, arroz, pasta blanca, embutidos, chips, salsas comerciales y alimentos con grasas saturadas.


- Reduce la cantidad de sal, usa hierbas aromáticas, especias así como un sustituto de la sal como es el Symbisal. Evita consumir platos precocinados, “cubitos” para potenciar el sabor de sopas y caldos, salsas comerciales…


- Introduce en la comida del mediodía y en la cena VERDURAS crudas y cocidas, en forma de plato principal o guarnición.


- Elige la fruta y la verdura de la TEMPORADA que procedan de cultivos locales o ecológicos.


- Usa tecnologías culinarias suaves tipo al vapor, a la plancha, brasa, parrilla, hervido, al papillote, wok, al horno, estofados de carne, de verduras con caldos desgrasados.


Hábitos de vida saludables:

Planifica bien la jornada: horas de comida, descanso, sueño nocturno, estudio, recreo, actividad física…


Potencia el descanso nocturno. Esta es la única manera de estimular y regenerar el cerebro, contrariamente a lo que se piensa, con el consumo abusivo de excitantes como el café y el tabaco. En caso de dificultad para conciliar el sueño nocturno, ayúdate con plantas relajantes como la avena, valeriana, manzanilla...


Practica:

Ejercicios de relajación y meditación como el yoga, el taichí, chi-kung… Estas técnicas te proporcionarán conexión entre cuerpo y mente, fomentando la búsqueda interna de recursos para afrontar retos, metas y dificultades en la vida diaria, junto a un mayor control emocional.


Actividad física regular. Ésta potencia la relajación mental y fisiológica.


Actividades recreativas como: la lectura, hacer crucigramas, sudokus puzles, actividades al aire libre, paseos, relaciones sociales. Todo ello activa la mente.


Come cada 3 o 4 horas. Esto se lleva a cabo haciendo, como mínimo, 5 comidas diarias: desayuno, media mañana, comida, merienda y cena.










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