Nos enrabiamos
cuando nos invade el sentimiento de injusticia ¿qué he hecho yo para merecer esto?, ¿por qué a mí?, ¿por qué la vida
nos maltrata? La rabia, la rebeldía
son sentimientos naturales que ponen a prueba nuestra manera de entender y
situarnos en el mundo.
En los niños
aparece de manera más habitual hacia los tres años, edad en la que todo peque
empieza a percibir su realidad de manera clara y se configura su
personalidad. Es entonces cuando se hace
evidente que no podemos tener todo lo que queremos y que toca empezar a tolerar
la frustración. Por ello, la emoción de la ira se hace presente con
toda su potencia.
Cuando un niño se
enrabia o hace una rabieta, berrinche, pataleta… nos está comunicando su
malestar ante una situación que siente como injusta y aunque para los adultos
nos parezca que esa injusticia es insignificante, para el entender de los
peques es una experiencia dramática. ¿Os imagináis que caéis a un pozo oscuro que
no tiene final? Caer es inevitable
ya que la vida nos pone zancadillas todos los días pero aprender a sujetarnos
para no seguir sin fin, encontrar los recursos para salir de ahí, buscar alternativas
para no volver a tropezar… forma parte de las enseñanzas necesarias para
madurar y alcanzar el equilibrio hacia la felicidad.
Escuchar la rabia
de los niños, ser capaces de atenderla y darle significado les proporcionará
los recursos necesarios para aprender y desarrollar estrategias basadas en la
justicia para uno mismo y para los demás.
Como padres
sufrimos con el sufrimiento de los hijos, nuestra misión es protegerles de todo
lo malo, proporcionarles situaciones placenteras pero también es importante
valorar la experiencia de la frustración. Nos equivocamos si creemos que
seremos capaces de evitarles las situaciones dolorosas o nos asustamos ante la
posibilidad de “traumatizarlos”. No podemos salvarlos de la propia vida. El
día a día se encarga de brindarnos las oportunidades necesarias para aprender a
tolerar la frustración, con ella aprendemos a desarrollar la capacidad de la
templanza, de la negociación, de la espera… Una oportunidad para acompañar el
crecimiento de los hijos.
En KASH-LUMN Family
Care creen profundamente que
todos los comportamientos infantiles tienen su razón de ser y por ello, ayudan
a los padres a escucharlos, entenderlos y saber cómo actuar ante ellos.
Muy buen artículo, creo que muchos padres lo tendrían que poner en práctica y así entenderían un poquito mejor a sus hijos y sabrían como hay que reaccionar ante tales situaciones.
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