Los papás y mamás
que leáis este post seguro que tenéis todo tipo de información sobre cuáles son
los períodos cognitivos de vuestros peques, la edad en la que empiezan a
desarrollar sus destrezas motoras, sus competencias gráficas, lingüísticas, su
desarrollo emocional entendido como sus habilidades sociales y relacionales de
su entorno (tanto con las personas como
con los objetos y situaciones que le rodean).
Los primeros
meses, años de vida, el bebé aprende a desarrollar capacidades para adaptarse
al medio en el que ha nacido y crecer. Seguramente habréis oído hablar de los
períodos críticos del desarrollo, de las etapas madurativas de crecimiento,
sólo tenéis que poner esas palabras en el buscador de Google y os aparecerán
más entradas de las que podáis leer, entre ellas la de “el niño de 0 a 3 años”.
¿A
qué se debe la importancia de ese período de edad?
Durante los tres primeros años de vida se producen en el bebé todos los
procesos de desarrollo implicados en su futura madurez. Si durante los tres
primeros meses de gestación el nuevo ser es un embrión, los meses siguientes un
feto y a partir que nace es un bebé, el cumplimiento de los tres primeros meses
de vida marca un cambio importante, un bebé deja de serlo para convertirse en
una personita preparada para iniciar una nueva etapa.
Hay, en muchos
papás y mamás primerizos, el temor al mito de los 3 años ¿cómo será en mi hij@?
Lo cierto es que si el vínculo que establezcamos desde el momento de su
concepción, está bien asentado, la respuesta a esa pregunta no conllevará demasiadas
sorpresas. Conoceremos bien su carácter, sus destrezas, el tipo de actitud que
tiene ante los nuevos aprendizajes, en definitiva sabremos como es.
Durante los 3
primeros años de vida, habremos observado que capacidades ha desarrollado a
través del miedo, del enfado, de la ira. También habremos vivido sus primeros
pasos, sus primeras palabras. Con tres años ya sabe quién es y quiénes somos
nosotros. Es el momento en que su identidad toma todo el protagonismo y se
reconoce a sí mismo como YO. Pero no
sólo ocurre eso, para que ese “yo”
adquiera toda la significación que merece debe integrar las tres instancias
psíquicas: el “qué deseo-necesito”, el
“qué debo” y el “qué hacer”.
Cumplir tres
años, no es cualquier tontería, es el punto de partida de la etapa yoica, etapa que inicia la
capacidad de tomar decisiones responsables y para ello nada mejor que contar
con el modelo que muestran los padres.
En KASH-LUMN Family
Care creen que ser padres es una
aventura apasionante, la experiencia de observar la vida que traen los hij@s,
velar por su misión, acompañar su crecimiento, guiar su aprendizaje,
proporcionarles los recursos necesarios para que alcancen todo su esplendor de
desarrollo.
¿Cuándo
un bebé deja de serlo? ¡1, 2, 3! He ahí la respuesta.
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