Esta mañana, cuando he salido a pasear por las calles de Barcelona, he percibido que la "Castanyada" está muy cerca. Concretamente, el próximo Miércoles 31 de Octubre celebraremos esta tradicional fiesta.
En Cataluña, la celebramos degustando los ya famosos y riquísimos "Panellets". Es un dulce típico de Cataluña, Valencia y Baleares. Se elaboran con una masa dulce hecha con azúcar, almendra cruda molida, huevo y ralladura de limón, para que tenga una textura más esponjosa. Por el exterior se recubren con clara de huevo, que hace de adherente para colocar una capa de piñones. El conjunto se hornea y se deja enfriar. Actualmente existe una amplia gama de panellets: de coco, chocolate, café, membrillo... Pero a mi, personalmente los que más me gustan son los de toda la vida; los de piñones.
Además de estos ricos dulces, también comemos las deliciosas castañas. Están riquísimas!! A mi me encantan. Mucha gente las hace en sus casas con las sartenes y asadas. Hechas al carbón quedan deliciosas!! Yo prefiero comprárselas al típico castañero que hay en algún rincón de nuestras poblaciones. Me gusta continuar con las tradiciones y además quedan mucho más buenas, crujientes y sabrosas.
Finalmente, entra en escena el tercer producto gastronómico que comemos durante la celebración de la fiesta de la "Castanyada". Se trata del boniato. Es un tubérculo, procedente de la familia de la patata. De color naranja y algo dulce. Nosotros lo solemos asar un ratito al horno, para posteriormente y cuando todavía está caliente, comérnoslo con una cucharita dejando únicamente la piel.
Como siempre, estos alimentos van acompañados de la famosa "Mistela". Se trata de un vino dulce que va muy bien para acompañarlo mientras gozamos comiendo las castañas, los boniatos y los riquísimos panellets.
Personalmente, el día de la "Castanyada" preparo una cena para disfrutarla con la familia, y cuando llega el momento del postre, comemos unas cuantas castañas, panellets y boniatos. Se trata de una tradición que va pasando de generación en generación, pero creo que en los últimos años, en la zona de Barcelona y sus alrededores, se ha perdido bastante esta bonita costumbre. Ahora, las pequeñas y futuras generaciones de niños y niñas, están más pendiente de comprarse un terrorífico disfraz y de comer chucherías para celebrar la noche de Halloween, típica fiesta americana, cada vez más afianzada en nuestra sociedad.
Creo que las tradiciones tienen que seguir celebrándose, ya que forma parte de nuestra cultura, de nuestra geografía y de nuestra forma de ser. Si se pierden las tradiciones, pierde la cultura y perderemos nuestra identidad, los valores y la educación.
Recuerdo cuando era niño e iba, la tarde del día 31 de Octubre, a comprar junto a mi madre las castañas y los boniatos al castañero del pueblo, todo lleno él de carbón, con ese aroma tan característico de las brasas, y aguantando con mis frías manos, el cucurucho de papel con las castañas calentitas en su interior. ¡¡Que sensación tan agradable!! También, ese mismo día, recuerdo que en el colegio, dedicábamos la jornada a preparar los deliciosos panellets de piñones para que por la noche toda la familia disfrutase con estos dulces.
Únicamente espero que los niños, a pesar de que quieran celebrar Halloween, recuerden que es la "Castanyada" y que disfruten con sus familias comprando, haciendo y comiendo castañas, boniatos y panellets.
¡¡Larga vida a las tradiciones!! ¡¡Os deseamos que el próximo Miércoles 31 de Octubre paséis una fantástica "Castanyada"!!
act5sentidos@hotmail.com
oh!! cuánta nostalgia y recuerdos al leerlo. Estoy totalmente de acuerdo, las tradiciones no se deben perder.
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