¿Habías escuchado
hablar alguna vez de la pitahaya? Este fruto, también conocido
como fruta
del dragón, tiene un aspecto curioso: puede ser tanto rojo (los más comunes) como amarillo por
fuera, con una pulpa blanca y con semillas por dentro.
La fruta del dragón,
fue descubierta por primera vez en forma silvestre por los conquistadores
españoles en México, Colombia, Centroamérica y las Antillas, quienes le dieron
el nombre de pitahaya,
que significa fruta escamosa. Pero también es cierto que está dejando cada vez
más de ser “exótica” para ser una
alternativa más en las mesas de todo el mundo. ¿Quieres conocer más acerca
de la pitahaya? Sólo
tienes que leer este artículo.
La fruta del dragón,
Pitaya, Pitajón, Yaurero, Warakko, Flor
del Cáliz o Pitahaya es una fruta llamativa y original por fuera y con
un sabor similar al kiwi o al melón, su interior es blanco o rojo dependiendo
de la variedad y con gran cantidad de pequeñas semillas negras, al igual que el
kiwi. Se trata de una fruta con múltiples propiedades y que resulta de gran
ayuda en el caso de padecer diabetes, tener sobrepeso, necesitar aportes de
vitamina C o de hierro... Pasamos a comentaros algunas de las virtudes de esta
extravagante fruta.
Valores nutricionales: La fruta del dragón
estimula el sistema inmunológico. Es de sabor dulce, pero muy baja en hidratos
de carbono y alta en agua (casi el 90 por
ciento de su composición). Rica en vitamina C, fibra, hierro, calcio y
fósforo. Además, se estima que cada fruta tiene aproximadamente unas 40
calorías, lo que no está nada mal para quienes se encuentran a dieta.
Así pues la pitahaya
es un fruto ideal para aportar vitamina C al organismo sin tener que
ingerir cítricos, pimientos u otros vegetales que la contienen casi en
exclusiva. Esta vitamina, como antioxidante, contribuye a reducir el riesgo de
múltiples enfermedades, entre ellas las cardiovasculares y las degenerativas.
Al ser baja en
calorías y con un escaso aporte nutritivo, se puede combinar con otras frutas
que la enriquecen en matices y nutrientes, por lo que la pueden consumir los
niños, los jóvenes, los adultos, los deportistas, las mujeres embarazadas o
madres lactantes y las personas mayores.
Por su
escaso valor calórico y por su aporte de vitamina C, la indicamos para algunas de estas
situaciones: periodos de crecimiento, embarazo y lactancia materna. Así
mismo, el tabaco, el abuso del alcohol, el estrés, la actividad física intensa,
el cáncer y las enfermedades inflamatorias crónicas, que disminuyen el
aprovechamiento y producen mala absorción de nutrientes.
Una gran digestiva: La
pitahaya tiene grandes capacidades
para ayudar a una correcta digestión. Además de ser rica en fibra, sus semillas
pueden ayudar a solucionar problemas tales como el estreñimiento. Podría
decirse que es un fruto algo laxante. Y es por esto que no debería consumirse
cuando se padece diarrea u otros problemas de similar índole.
Otras propiedades: La
fruta del dragón es valorada por su
alto contenido de hierro, que puede resultar bueno para las anemias. También es
rico en potasio, proteína, fibra, sodio y calcio.
Fácil de incorporar a la alimentación: Al ser una fruta, se puede
tomar como cualquier otra de su clase. Se suele consumir como fruta fresca,
pero también puede utilizarse en cócteles y refrescos. Las pitahayas maduras se pelan sin
dificultad. Se corta por el lado de la flor y se tira de la piel hacia abajo.
Pelada de esta manera puede cortarse en rebanadas y, al comerla, se debe evitar
masticar las semillas. Se mezcla con yogur, se consumen sus zumos, se prepara
en batidos, postres y un largo etcétera.
Ahora ya conocéis
las propiedades de esta bonita y llamativa fruta descubierta por nuestros
antepasados. Debido a su buena aceptación en la actualidad se está implantando
su cultivo en Tenerife. Así que suponemos que en breve podremos encontrarla con
más facilidad.