Esta
semana me gustaría hablaros de un tema que nos afecta y que personalmente creo
que tenéis que estar informados.
A
día de hoy, la DGT tiene un presupuesto de 724 millones de euros para poder
arreglar los radares. Según la directora de tráfico la Sra. María Seguí, muchos
radares instalados en las carreteras del territorio español han dejado de
funcionar.
Con
este presupuesto lo que se pretende es reparar los radares. Además se verá si
se pueden o no incorporar otros nuevos,
aunque desde la DGT no se han querido comprometer en lo segundo, ya que el reto
está en poder reparar los que están actualmente ya montados.
Muchos
de los conductores, estamos molestos porque pensamos que solo sirven para
recaudar fondos, y no para protegernos de los riesgos que existen en muchas de
las carreteras españolas; vaya como si fuera un impuesto más que tenemos que
pagar, por si no fuera poco lo que tenemos que "soltar" cada mes con lo
que llegamos a pagar de impuestos.
Evidentemente
tenemos que ser concientes que los riesgos en la carretera siempre están
presentes, y que evitar los accidentes de tráfico, que en la gran mayoría de
ocasiones están en nuestras manos. Tenemos que ser concientes también, que las
advertencias de velocidad están para respetarlas, y creo que esto es para
nuestro bien. Pero entiendo que en muchas ocasiones las velocidades señaladas
en los tramos de vías, no son reales ya que en algunas de ellas se puede correr
un poco más de lo que esta marcado por velocidad.
Por
eso creo que todos nos molestamos al ver estos "aparatos" en sitios
donde realmente no es necesario, y luego nos queda siempre la duda de si están
allí para protegernos, o bien únicamente son máquinas para recaudar dinero, ya
que según la velocidad que uno vaya, incluso puede perder puntos de su carné de
conducir.
La
gran mayoría de estos radares, están ubicados en las principales vías
(autopistas y autovías), dejando al margen las carreteras secundarias, que es
allí donde realmente son necesarios, teniendo en cuenta que la mayoría de los
accidentes mortales (80%) se producen allí.
Esperemos
que la mortalidad en nuestro país disminuya considerablemente, y podamos decir
que somos muy buenos conductores.
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