El té matcha es
uno de los más populares en oriente. Esto se debe a su sabor, su versatilidad y
sus propiedades.
El Matcha se
obtiene de una forma particular por su secado y porque se muele muy finamente con
ayuda de un molino de piedra que gira muy lentamente. La preparación es más
simple de lo que parece.
El té se deposita
en un bol con la ayuda de una espátula de bambú y se emulsiona en un poco de
agua caliente con ayuda de un batidor de bambú. Si no dispones de ese batidor
de bambú puedes utilizar un pequeño batidor de cocina o una coctelera.
Para obtener una consistencia fina tienes que depositar una cucharadita de té en bol precalentado y añadir de 70 a 100 ml de agua a 85ºC. El bol debe quedarte lleno hasta menos de un tercio de su contenido.
Bátelo durante
unos 30 segundos, hasta que adquiera la apariencia de una espuma suave de color
verde. El té Matcha espeso es una especialidad. Debes doblar la cantidad de té
y el agua se reduce a 40-50 ml. Queda de la consistencia de la miel líquida.
Beneficios:
Aumenta la energía y
permite mantener un agradable estado de vitalidad de 6 a 8 horas.
Aumenta el metabolismo,
por lo que es un gran depurativo natural.
Mejora la concentración y
reduce el estrés.
Posee un gran
poder para combatir el envejecimiento gracias a su excepcional
concentración de polifenoles antioxidantes.
Su consumo
habitual baja la tensión arterial y el colesterol, previniendo los riesgos
de enfermedades cardiovasculares.
Contribuye a
reducir los riesgos de cáncer de mama, molestias premenstruales y ayuda a
reducir la celulitis.
Recetas:
Matcha con leche: Calienta
100 ml de leche y remueve. Prepara el matcha con una cucharadita de café y 75
ml de agua caliente y bate. Echa sobre la leche y endulza al gusto. Espolvorea
por encima con polvo de matcha y canela.
Matcha a la vienesa: Sirve
el Matcha caliente, azucarado al gusto, mezclado con nata montada y
espolvoreado con polvo de Matcha.
Matcha con zumo de frutas: Pon varios cubitos de hielo en
un vaso. Cubre con zumo de mango, piña y naranja (mezclados los tres o bien uno o dos solos). El zumo debe estar
frío para que no se una inmediatamente con el Matcha. Prepara el Matcha (1 cucharadita de café en 75 ml de agua
caliente), bate y pon encima del zumo de frutas. Se puede añadir una bola
de helado de vainilla.
Té verde a la Liégeoise: Llena
hasta la mitad un vaso con cubitos de hielo y añade media taza de leche.
Prepara el Matcha (1 cucharadita de café
y 75 ml de agua caliente), bátelo con la leche. Añade una bola de helado de
vainilla, un poco de caramelo líquido y alguna fruta.
Tiramisú de Earl Grey: Calienta
25 cl. de agua mineral, agrega el té Earl Grey y deja infusionar 15 minutos
cubierto. Mezcla dos yemas de huevo con 75 gr. de azúcar y 500 gr. de queso
mascarpone y bate. Monta las 2 claras, e incorpóralas a la preparación del
mascarpone, mezclando todo con la ayuda de una espátula. Moja galletas tipo
lengua de gato en el té y cubre el fondo de seis cuencos pequeños. Cubre con la
crema de mascarpone y deja reposar 1 hora en la nevera. Espolvorea una buena
pizca de matcha antes de servir para adornar y dar fuerza a la combinación de
sabores.