Todos aquellos
que defendemos una vida sana siempre andamos en busca de alimentos
saludables que nos ayuden a cuidar nuestra salud y que a su vez sean
nutritivos. Un aliado estratégico en esta tarea es sin duda la polenta.
Este alimento es
muy conocido en Italia y en otras partes de Europa, además de ciertos lugares
de Argentina y México, pero poco difundido por España.
La principal base
de la polenta
es el maíz, un alimento que aporta carbohidratos, proteínas,
antioxidantes, fibra y muchas vitaminas del complejo B, útiles para un sinfín
de funciones en el cuerpo como el metabolismo de los carbohidratos y grasas,
producción de energía, respiración celular, protección contra sustancias
tóxicas, etc.
Además el maíz es
naturalmente libre de gluten, por lo que está indicado para personas intolerantes
al Gluten (celíacos) y no contiene
colesterol. La polenta
puede ser el reemplazo ideal para el pan.
La harina de maíz
tiene similar aporte calórico que la harina de trigo pero posee mayor aporte de
grasas saludables, entre los que destacan los ácidos grasos poliinsaturados.
Su porcentaje de
fibra es muy superior, como así también su contenido en vitaminas del complejo
B, por lo que la polenta
es una alternativa rica en nutrientes para incorporar en la dieta. Destaca en
la harina de maíz su contenido en vitamina A y carotenos, así como el aporte en
ácido fólico.
Es un alimento
rico en magnesio, calcio y potasio y dado que su contenido en fibra es elevado
y se elabora mediante la hidratación de la harina con agua, aporta gran
saciedad y puede ser aún más llenadora que la harina de trigo que usamos
habitualmente en la cocina. Además, no contiene gluten y es apta para celíacos.
La polenta
en sí, es una mezcla hecha a base de maíz, líquido (puede ser leche entera o descremada, agua o caldo), sal y
condimentos. Las proporciones ideales son: 1
medida de harina de maíz por 3 medidas de líquido.
Para su
elaboración se hierve el líquido elegido en función del plato a realizar, se
sazona con sal y condimentos, como pimienta, romero o nuez moscada y luego,
cuando está hirviendo, se le agrega la polenta en forma de lluvia. Tiene un sabor muy
agradable, además es muy nutritiva. Los Incas, Mayas y Aztecas usaron y
reconocieron las propiedades alimenticias del maíz al punto de considerarlo
alimento sagrado.
La polenta
es de muy fácil digestión, puede consumirse de noche y con cualquier
acompañamiento. Es muy baja en grasas también, y por ser un alimento vegetal,
si es que no se utiliza leche en su preparación, no contiene colesterol. Si no
sabes qué cocinar de forma rápida para originar un plato sano y sabroso, la polenta
es una gran alternativa rica en nutrientes.
Usos Gastronómicos
En Italia es
común hacer la polenta
con un añadido de patatas y otros ingredientes que le enriquecen el sabor. Para
hacer esta "polenta di patate"
es suficiente cocer en agua hirviendo algunas patatas cortadas en cubos o
rodajas, cuando se ablandan lo suficiente se las machaca y se le añade a gusto
la harina de maíz, hacia el final de la cocción se pueden añadir al gusto
salami, queso, cebolla sofrita etc. Cada cual puede crear su receta personal.
La polenta
puede servirse cremosa, como hemos indicado anteriormente, asada, frita u
horneada constituyendo entonces casi una especie de pan. Puede ser el plato
principal, un plato vegetariano, un original y saludable montadito o un postre.
Montaditos de polenta
Pon en un cazo a
hervir caldo de verduras (tres partes de
caldo por una de polenta). Añade la harina de maíz cuando el caldo esté
hirviendo (introdúcela a modo de lluvia),
una pizca de sal, un poco de orégano en polvo, y deja entre 5-10 minutos hasta
que se espese y se consuma toda el caldo (hay
que remover continuamente para que no se pegue al fondo). A continuación
viértelo en una fuente engrasada o forrada con papel vegetal y deja enfriar. La
altura de la polenta
debe ser de unos 3cm. Después córtala en cuadraditos o en círculos.
A continuación
sólo tienes que echarle imaginación y cubrirlos con aquello que más te guste,
frío o caliente.
Algunas
ideas pueden ser: queso de untar + tomate +
anchoa, escalibada de pimiento con atún y huevo duro, cebolla caramelizada con
queso y pasas...
En fin, como
veréis la polenta
es un alimento económico, sano y con infinidad de posibilidades.