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lunes, 2 de junio de 2014

"LIFEGIST" - EL BOOM DE LOS TEJIDOS ECOLÓGICOS


No solo en la alimentación, cada vez existe entre la población española una mayor conciencia hacia lo que significa el uso de productos ecológicos en otros aspectos de la vida, y por supuesto, la moda no es un caso aparte.


Firmas como Lifegist son un claro ejemplo de cómo combinar estilo en el vestir, con una filosofía sostenible y profundamente respetuosa con la naturaleza y su propia esencia.




¿Fibras textiles ecológicas?

Todas las actividades humanas dejan una huella sobre el planeta y vestirse no es la excepción. Nuestra sociedad produce, consume y desecha toneladas de prendas de vestir a diario y la humanidad afronta el reto de convertir la industria textil, en un sector sostenible y amigable con nuestro entorno. Por ello, Lifegist apoya el uso de fibras ecológicas y un consumo responsable y racional.


Para que un tejido sea certificado como ecológico, en su proceso de producción debe generar el mínimo impacto ambiental posible. Debe usar de forma racional los recursos naturales, consumir la mínima cantidad de energía y de agua, mantener las características naturales de la materia prima, reducir los procesos químicos y apostar por procesos físicos o mecánicos y utilizar elementos biodegradables y que no dañen la salud de los trabajadores y consumidores. Cada vez que usamos fibras ecológicas beneficiamos al ecosistema, a nuestra salud y a la propia sociedad.


En las colecciones de Lifegist puedes encontrar las siguientes fibras:

1. Algodón orgánico

Este algodón (no modificado genéticamente) crece de forma natural sin pesticidas o fertilizantes artificiales, y es procesado sin usar químicos tóxicos, lo cual significa que tiene menos impacto negativo en el planeta, en la salud de los trabajadores y además preserva la tierra para usos futuros.


Se calcula que el algodón convencional usa en su cultivo, el 20% de pesticidas e insecticidas utilizados en el mundo y es blanqueado con compuestos dañinos antes de ser tintado con productos altamente contaminantes, todos ellos permaneciendo en los tejidos que después vestimos. 


El algodón convencional modificado genéticamente genera pobreza, ya que los agricultores acaban siendo dependientes de los precios que marcan los productores de semillas y de productos para luchar contra las plagas, además de las pésimas condiciones en las que trabajan los recolectores, muchas veces adolescentes y niños.


2. Cáñamo

Junto con la ortiga, es la fibra más ecológica que existe. Una planta que crece de forma natural sólo con el agua de la lluvia. Debido a su gran resistencia, no es víctima de plagas por lo que no necesita del uso de plaguicidas ni insecticidas, una fibra que no contiene químicos nocivos ni contamina el suelo.


Tiene gran durabilidad por su resistencia y un gran poder absorbente, se seca rápido, no se encoge con el contacto con el agua caliente y bloquea los rayos UV y UVB en casi un 95 %, por lo que no se decolora con el sol. Es antibacteriana, resistente al moho y al igual que el bambú, regula la temperatura, así que es igualmente útil para el invierno y el verano.


3. Bambú

El bambú, una fibra ultra-suave con un delicado acabado satinado, es una planta de crecimiento espectacularmente rápido, que crece tan solo alimentado por el agua de la lluvia sin requerir de riego adicional, y de una gran resistencia a plagas y hongos, con lo que no necesita del uso de ningún insecticida ni pesticida en su cultivo.


Tiene características antibacterianas y fungicidas, con lo que, además de respetuosa con nuestra piel, hace que se mantenga más tiempo sin malos olores. Es un termo-regulador natural y además posee una construcción que facilita la transpiración y la sensación de frescor.


4. Proteína de la leche

Es una fibra innovadora y saludable derivada de leche orgánica, de la que se extrae la caseína, su principal proteína, para realizar tejidos con un brillo y tacto parecidos a la seda.


Esta fibra posee propiedades antibacterianas y un gran nivel de absorción de humedad, con lo que permite respirar a la piel, además emite constantemente iones negativos con lo que mejora la calidad del aire y estimula la circulación sanguínea.


5. Lana ecológica

De elevada calidad, tejida bajo el respeto al medio-ambiente y los animales y con una trazabilidad total de la oveja al tejido.


La lana orgánica proviene de animales no sometidos a hormonas, esteroides, antibióticos, vacunas y cuya alimentación ha sido preservada de pesticidas, insecticidas y aditivos químicos. Además en el procesado, hilado y tejido de la lana no se han utilizado agentes químicos dañinos y se ha minimizado el uso de energía y emisiones de CO2.


6. Seda ecológica

Como en las otras materias, en el proceso de producción y procesado de la seda orgánica, no se utilizan elementos químicos nocivos para la salud y el medio ambiente. 


A parte de esto, la seda se extrae de los capullos abandonados por los gusanos con lo que se respeta la vida de esto animales. Todo el brillo, la suavidad y la calidez de la seda pero respetuosa y amable.



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