No solo en la
alimentación, cada vez existe entre la población española una mayor conciencia
hacia lo que significa el uso de productos ecológicos en otros aspectos de la
vida, y por supuesto, la moda no es un caso aparte.
Firmas como Lifegist
son un claro ejemplo de cómo combinar estilo en el vestir, con una filosofía
sostenible y profundamente respetuosa con la naturaleza y su propia esencia.
¿Fibras textiles ecológicas?
Todas las
actividades humanas dejan una huella sobre el planeta y vestirse no es la
excepción. Nuestra sociedad produce, consume y desecha toneladas de
prendas de vestir a diario y la humanidad afronta el reto de convertir la industria
textil, en un sector sostenible y amigable con nuestro entorno. Por ello, Lifegist apoya el uso de fibras ecológicas y un consumo
responsable y racional.
Para que un
tejido sea certificado como ecológico, en su proceso de producción debe generar
el mínimo impacto ambiental posible. Debe usar de forma racional los recursos
naturales, consumir la mínima cantidad de energía y de agua, mantener las
características naturales de la materia prima, reducir los procesos químicos y
apostar por procesos físicos o mecánicos y utilizar elementos biodegradables y
que no dañen la salud de los trabajadores y consumidores. Cada vez que usamos
fibras ecológicas beneficiamos al ecosistema, a nuestra salud y a la propia
sociedad.
En las colecciones de Lifegist puedes encontrar las siguientes
fibras:
1. Algodón orgánico
Este algodón (no modificado genéticamente) crece de
forma natural sin pesticidas o fertilizantes artificiales, y es procesado sin
usar químicos tóxicos, lo cual significa que tiene menos impacto negativo en el
planeta, en la salud de los trabajadores y además preserva la tierra para usos
futuros.
Se calcula que el
algodón convencional usa en su cultivo, el 20% de pesticidas e insecticidas
utilizados en el mundo y es blanqueado con compuestos dañinos antes de ser
tintado con productos altamente contaminantes, todos ellos permaneciendo en los
tejidos que después vestimos.
El algodón convencional modificado genéticamente
genera pobreza, ya que los agricultores acaban siendo dependientes de los
precios que marcan los productores de semillas y de productos para luchar
contra las plagas, además de las pésimas condiciones en las que trabajan los
recolectores, muchas veces adolescentes y niños.
2. Cáñamo
Junto con la
ortiga, es la fibra más ecológica que existe. Una planta que crece de forma
natural sólo con el agua de la lluvia. Debido a su gran resistencia, no es
víctima de plagas por lo que no necesita del uso de plaguicidas ni
insecticidas, una fibra que no contiene químicos nocivos ni contamina el suelo.
Tiene gran
durabilidad por su resistencia y un gran poder absorbente, se seca rápido, no
se encoge con el contacto con el agua caliente y bloquea los rayos UV y UVB en
casi un 95 %, por lo que no se decolora con el sol. Es antibacteriana,
resistente al moho y al igual que el bambú, regula la temperatura, así que es
igualmente útil para el invierno y el verano.
3. Bambú
El bambú, una
fibra ultra-suave con un delicado acabado satinado, es una planta de
crecimiento espectacularmente rápido, que crece tan solo alimentado por el agua
de la lluvia sin requerir de riego adicional, y de una gran resistencia a
plagas y hongos, con lo que no necesita del uso de ningún insecticida ni
pesticida en su cultivo.
Tiene
características antibacterianas y fungicidas, con lo que, además de respetuosa
con nuestra piel, hace que se mantenga más tiempo sin malos olores. Es un
termo-regulador natural y además posee una construcción que facilita la
transpiración y la sensación de frescor.
4. Proteína de la leche
Es una fibra
innovadora y saludable derivada de leche orgánica, de la que se extrae la
caseína, su principal proteína, para realizar tejidos con un brillo y tacto
parecidos a la seda.
Esta fibra posee
propiedades antibacterianas y un gran nivel de absorción de humedad, con lo que
permite respirar a la piel, además emite constantemente iones negativos con lo
que mejora la calidad del aire y estimula la circulación sanguínea.
5. Lana ecológica
De elevada
calidad, tejida bajo el respeto al medio-ambiente y los animales y con una
trazabilidad total de la oveja al tejido.
La lana orgánica
proviene de animales no sometidos a hormonas, esteroides, antibióticos, vacunas
y cuya alimentación ha sido preservada de pesticidas, insecticidas y aditivos
químicos. Además en el procesado, hilado y tejido de la lana no se han
utilizado agentes químicos dañinos y se ha minimizado el uso de energía y
emisiones de CO2.
6. Seda ecológica
Como en las otras
materias, en el proceso de producción y procesado de la seda orgánica, no se
utilizan elementos químicos nocivos para la salud y el medio ambiente.
A parte
de esto, la seda se extrae de los capullos abandonados por los gusanos con lo
que se respeta la vida de esto animales. Todo el brillo, la suavidad y la
calidez de la seda pero respetuosa y amable.
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