Es un remedio muy tradicional
que se prepara con la flor de una planta que se la conoce con muchos nombres:
hipérico, hierba de San Juan; también se le llama hierba militar porque va muy
bien para las herida; corazoncillo, perforata, perforada porque sus hojas tiene
numerosos agujeros; su nombre botánico es hypericum perforatum.
El aceite se obtiene mediante
la maceración de estas flores en una botella con aceite de oliva, dejándola a
sol y sereno unos 40 días, y después de este tiempo se pasa por el colador.
Conviene distribuir el aceite en pequeños frascos de cristal opaco, y poder
disponer así en distintas ocasiones, ya que una vez abierto el frasco, su
efectividad va disminuyendo. El efecto del aceite dura unos dos años.
La hierba se encuentra con
facilidad en los márgenes de los caminos y allí donde la tierra ha sido
removida. Hay que cortar las flores, sin dañar la planta, un mediodía soleado
alrededor del día de San Juan.
Para preparar un litro de aceite sólo se necesitan un par de puñados de sumidades floridas, pero si se le ponen tres o cuatro, mejor.
Se debe ir con cuidado y no recoger estas flores en tierras que hayan sido tratadas con herbicidas.
Aplicaciones:
La utilidad tradicional del hipérico en estas tierras es en forma de aceite, y se aplica a fin de minimizar las consecuencias de los golpes, pero es también muy útil en otras circunstancias. El hipérico tiene propiedades muy diversas: por un lado es antiinflamatorio, antiséptico. Tiene una acción antiviral, para el virus herpes, la varicela… cicatriza, estimula la circulación de la sangre y elimina los hematomas.
Desde que, hace ya unos cuantos
siglos, se le sacó el extracto y sus componentes activos se disolvieron en
aceite, ha sido muy utilizado y sigue siendo,
en medicina deportiva y en traumatología se refiere, mucho más eficaz
que cualquier otro producto sofisticado de laboratorio. Es muy efectivo para
curar las heridas y los golpes, tanto de personas como de animales. Las llagas
en las piernas y las úlceras de las personas mayores, consecuencia de estar
largas horas sin moverse, son otras aplicaciones de este aceite. A los niños
pequeños también se les hacen friegas en la barriga con aceite de hipérico para
tranquilizarlos y calmar los dolores abdominales. Es beneficiosa para la
neuralgia del trigémino, se aplica friccionando el territorio afectado y/o en
forma de infusión. También ha sido ampliamente utilizado en cosmética, para
cuando la piel se marchita, este aceite la estimula y la regenera.
Del hipérico se dice que es
árnica de los nervios. Las palabras que hieren, duelen más que las
lanzas, dice un proverbio chino. Así que, de la misma forma que
sirve para los golpes físicos, también es beneficioso para los psíquicos, y da
una fortaleza que permite sobreponerse a los momentos difíciles.
La infusión de hipérico:
La hierba de San Juan había sido muy utilizada en medicina tradicional; puede decirse que estaba presente en casi todas las casas de campo. También es una hierba frecuentemente utilizada en la medicina natural. En Alemania, por ejemplo, donde hay una tradición naturista muy enraizada, se utiliza hace muchos años y con mucho éxito, no sólo para los golpes, sino también en infusión de sus flores secas. Es un remedio excelente para las enfermedades de los nervios, así como para las neuralgias, el nerviosismo y concretamente para el desánimo, las angustias y el insomnio. También puede tomarse para las úlceras de estómago, la gastritis y problemas de estómago en general. Es una tisana muy beneficiosa para los niños que sufren incontinencia de orina, terrores nocturnos y pesadillas. Sin ser hipnótico, da una buena calidad en el sueño. Debe tomarse durante largos períodos de tiempo para que los resultados vayan manifestándose, ya que, pese a que sus resultados son notorios, es un remedio suave. Últimamente se utiliza mucho para la depresión, hasta el punto de competir con la tan publicitada píndola de la felicidad, ha llegado a convertirse en una especie de Prozac natural con el que obtener los mismos resultados sin los efectos secundarios del fármaco. Sea como fuere, el hipérico es un excelente antidepresivo, especialmente para las depresiones invernales, pero no es tan conveniente para el verano, ya que el sol puede hacer salir manchas en la piel.
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